martes, 17 de mayo de 2011

Pombagira Rainha das 7 Encruzilhadas



Como vimos, en Kimbanda se dice que el primer Eshu creado por Nzambi se dividió a sí mismo en los primeros siete Eshus Coronados. Cada uno de ellos comanda una línea, acompañado de su respectiva Pombagira.

Según el autor Abel Brozzi –en el libro que citamos anteriormente- Pombagira Rainha es la compañera del que comanda la Primera Línea, Eshu Rey de las Siete Encrucijadas. Es una de las más fuertes y poderosas, y también una de las más invocadas, especialmente para resolver problemas amorosos.

Como las demás Pombagiras, también le agradan las rosas rojas, y su morada está en las encrucijadas en “T”, aunque se dice que tiene preferencia por las ofrendas y pedidos que se realizan para ella en las puertas del cementerio.

Pai André nos comenta que su función principal es abrir los caminos para que los otros Guías lleguen en sus médiums, y también abrir los caminos para los hijos de santo y los consultantes.

Llamada Pombagira, Pombogira, Bombogira, Exu-mulher o incluso Bomobonjira es conocida como la Entidad Femenina por excelencia del Reino de Eshu: su reina.



Esta forma de llamarla es sin dudas por la influencia bantú (Angola). La entidad bantú “Aluvaiá-Pombogira” fue sometida a la entidad yoruba “Eshu”, siendo colocada como su mujer, por quienes trataron de organizar nuestra religión, para dar cabida a todos los pueblos africanos.

Pombagira Rainha representa el poder femenino de las hechiceras, comparable con las Iyami Oxorongá (brujas) de los yorubas. Ella puede tener muchos esposos, (las Iyami Oxorongá los tenían) a los que transforman en sus "esclavos" o empleados.

No olvidemos que las entidades son duplas, es decir, cada una de ellas puede presentarse bajo la apariencia de un hombre o de una mujer. Por su lado, los Eshu pueden tener muchas mujeres, (en las naciones africanas no existía el concepto cristiano de la monogamia) las que pasan a ser sus esclavas o empleadas, si ellos provienen de culturas machistas.

Es muy común usar el número 7 (siete) para referirse a los atributos de la Pombagira Rainha, por ser un número cabalístico y mágico. Pero es incorrecto. Todas las Pombagiras tienen el número 7, la Pombagira Rainha posee el número 8.

Que un hombre tenga como Guía a la Pombagira Rainha (que incorpore en él) no significa que él vaya a volverse homosexual, como muchos piensan; nada de eso, él va a seguir siendo el mismo hombre de siempre, la elección sexual de una persona nada tiene que ver con las entidades que recibe mediúmnicamente.



Cuando está incorporada en su cavalo, la Pombagira Rainha se muestra casi siempre bonita, realmente femenina, amable, elegante, seductora, sumamente inteligente, algo especuladora. Tiene una increíble videncia, es certera y siempre tiene algún consejo para aquellos que están sufriendo por amor. También le interesan de sobremanera las causas políticas y financieras de la humanidad, se muestran a favor de la lucha por la ecología y la libertad de opiniones en todos los casos.

A la Pombagira Rainha le gustan las bebidas suaves: vinos espumantes dulces, licores (preferentemente el de menta), sidras dulces y champagne de buena calidad. Prefiere los cigarrillos largos y suaves (suele fumar con boquillas) de buena calidad y los perfumes dulzones.

Le atrae muchísimo el lujo, tanto en su ropa como en las joyas y el mobiliario de su casa. Todo lo que sea brillo y destaque encontrará en ella una admiradora eterna. Sumamente interesada en el arte y en las innovaciones de la ciencia, es común que se interese por el comentario sobre la vida y obra de tal o cual pintor, músico o poeta, como por el comentario que alguien le realice sobre nuevos descubrimientos.

Usa siempre muchos collares, anillos, aros, pulseras, etc. Siendo que existen muchas reinas, y que cada una tiene su propia personalidad, se torna muy difícil una descripción general. Pero todas lucen una impecable corona, diadema o tiara (que puede ser de perlas, piedras preciosas o fantasías), una banda con sus colores reales, un cetro y una capa de pana o terciopelo. Todos sus atuendos deben ser celosamente guardados por sus hijos, aunque jamás alguien osaría “robarle” alguno de ellos ya que –como ella misma dice- “na porta do cemitério a Rainha vai cobrar”.

Sus ofrendas llevan huevos, manzanas, frutillas, cerezas, bombones, perfumes, peines, espejos, flores (especialmente rosas abiertas y con espinas - nunca pimpollos), bebidas, cigarrillos, etc. Adora el arroz cocido con pétalos de rosas y ameixas (frutas secas: ciruelas, higos, damascos).

El Pai Djonata d’Oxalufá –conocedor profundo del Pueblo de Labyn y de todo el misticismo secreto de los pueblos africanos primitivos- nos dice que ella es considerada una Lebara Mór: la primera entre las Pombagiras que, cuando ganan un grado superior en la jerarquía –tanto por tiempo de trabajo como por el tipo de trabajos realizados- se transforman en Lebaras. Ella obedece a todas las Yabás (Orishás femeninos) pues ya fue hija de todas ellas en sus distintas encarnaciones. Muy fina y delicada, siempre tiene buenos consejos para dar y lecciones de vida que enseñar; adora escuchar nuestros problemas y siempre está encontrándoles una solución. Trabaja tanto en encruzilhadas, cementerios y cruceiros. Según este sacerdote, su saludo más correcto sería: Laroiê Kobá Lebara!

Por debajo de la representación femenina de Eshu Rei, -Pombagira Rainha- tenemos 63 Pombagiras Jefas, siendo cada una de ellas la contrapartida de alguno de los Eshus Jefes. Las funciones principales de estas Pombagiras son: ayudar a los suyos en todos los casos de amor, usar su fuerza para desmanchar hechizos, para brindar protección y curar dolencias varias. Cabe al médium saber canalizar y direccionar la fuerza de ellas para buenos fines, evitando así el trabajo para objetivos vanos.

Eshu Marabô

Marabô está en la jerarquía cabalística del 3° Grado, siendo comandado por Eshu Rey(Aschetaroth). Es reconocido como el Señor de las 7 Sonajas, de las 7 Vasijas, de las 7 Calabazas y del Dendê.

Le ha sido determinado a este Eshu, la fiscalización del plano físico, estando dentro de sus tareas cotidianas, el dar órdenes a sus subordinados, siempre en la búsqueda de la armonía planetaria.

Se presenta como un auténtico caballero, apreciando las bebidas finas y los mejores charutos.

Siempre habla pausadamente y con una delicadeza extrema. Posee un porte erguido y elegante.

Su poder está en las Encruzilhadas y también en el tiempo, comandando el Povo do Trilho, (de las vías del tren) además de realizar trabajos dentro de su círculo cabalístico y su punto universal en las casas de Kimbanda a las cuales tutela. Tiene predilección por el marafo y todas las bebidas destiladas. Recibe también ofrendas de padê (farofas) de pinga y dendê, o de pimienta y carne cruda.

Al realizar sus trabajos se transforma en un Gran y Poderoso Brujo con sus Calabazas.

Imantando y evocándolo no hay problemas que él no pueda solucionar.



Historia de Eshu Marabô-Toquinho:

Vulgarmente es conocido como Eshu Marabô-Toquinho. Se trata de una entidad que cuando vivía, conquistó el título de Hechicero en la época medieval, pero en otras encarnaciones ya había sido brujo. Muchos investigadores relatan que puede ser encontrada parte de su biografía en el norte de la Rovaniemi (Norte de Finlandia), donde está localizada la gran “mata gelada”.

Fue un hechicero Brujo que cargaba sus conocimientos de Magia y Brujería en sus 7 calabazas.

Siendo aprendiz de Brujos y hechiceros D'rumas, con los conocimientos adquiridos de ellos, logró derribar una manada de búfalos que eran temidos por todos los de su tribu, incluyendo el propio rey. Marabô, con su poder, fue capaz de salvar la tribu de la embestida de esos bóvidos afrontándolos con su magia. Recibió entonces, del Jefe de la Tribu el cargo de Gran Hechicero y pasó a ser llamado por todos como Marabô Toquinho por ser ágil, consciente, astuto, alto y extremadamente fuerte.

El seudónimo Toquinho indica que es alto (tiene 2,50 metros de altura) "y sólo incorpora en médiums de 1,75 de altura o más". Su médium generalmente es un hombre con postura delicada, elegante y un buen estimador de bebidas finas como vinos, whiskies, aguardientes añejos y otros.

La entidad utiliza una capa de terciopelo negro como la de un conde. Consiguió traspasar la barrera del tiempo de su propia existencia a través de la práctica de la Magia y hoy incorpora en sus médiums para dar consultas y resolver problemas espirituales utilizando todo su conocimiento milenario, su magia y su poder de Eshu a través de sus puntos cabalísticos y su Brujería.

sábado, 26 de marzo de 2011

Salve dona Maria Padilha!

Entre las entidades principales de Umbanda / Kimbanda se destaca Maria Padilha como una mujer seductora y terrible. Todo indica que esta entidad es la reinterpretación de un personaje histórico introducido en Brasil en las maletas de las hechiceras portuguesas: Maria de Padilha, amante de Don Pedro de Castilla.

Mujer refinada y noble, María Padilha es reconocida en nuestra religión como una señora bella y de buen gusto, que sabe tratar con los más amplios espectros sociales, comprenderlos y ayudarlos si así lo siente. Su característica quizá más peligrosa es que si bien acepta regalos, estos no "compran" su simpatía: como ella misma dice, "si la persona me cae en gracia, ayudo...si no, estorbo con toda mi falange".

El siguiente es un mensaje psicografiado que Maria Padilha dejó a un médium. En él deja bien en claro su personalidad fuerte y definida:



“Yo soy respetada en mis siete cruceros. Todos y cualquier trabajo que allí se realiza yo lo estoy mirando; si me agrada la persona ayudo, si no me agrada, estorbo con toda mi falange y la persona dice que el trabajo no ha sido bien sucedido… No me intereso mucho por los regalos y sí por la guerra. Deme usted nombre y dirección si es posible, de su enemigo en el crucero o en una encrucijada en cruz abierta. Grite por Maria Padilha; yo soy de los Cruzeiros da Calunga… Si desea agradarme con siete rosas y siete cigarrillos encendidos, se lo agradezco. Si desea mojar mi garganta con anís, también agradezco. Y siga con mi protección, aprenda a conversar conmigo en el espacio, yo aparezco en sueños cuando no hay un burro cerca…”

Maria Padilha es la protectora de las mujeres bonitas y según sus propias palabras “no existe burro de ella que sea feo”. Todas son mujeres envidiables y atractivas de alguna u otra manera.

Maria Padilha es representada como una bella mujer de piel tostada y torso desnudo. Como única vestimenta, luce una tela roja que rodea su cintura a modo de pollera improvisada.

Bajo el aspecto de Maria Padilha da Calunga, una calavera a sus pies indica su dominio sobre los muertos.

También gusta de capelinas amplias, guantes, capas, y se la representa con vestido negro largo y ajustado, su capa y capelina, un cigarro y copa en sus manos. Puede llevar tridente.


Maria Padilha, personaje histórico:

Tomado de: http://www.andalucia.cc/viva/mujer/mujerp.html#PADILLA



(Sevilla, aprox. 1337/id., 1361). Su padre era un típico caballero castellano de Palencia. Se convirtió en amante del rey de Castilla, Pedro I el Cruel, que estaba muy enamorado de ella y no la abandonó nunca. Tres días después de su matrimonio con Blanca de Borbón en 1353, dejó a ésta para reencontrarse con su amante, lo que le significó enérgicas recriminaciones del Papa Inocencio VI y un aumento de su impopularidad por haber ordenado que encerraran a su mujer.

Corrió el rumor de que María Padilha había hecho asesinar a Blanca de Borbón, lo que es muy probable. A su muerte el rey le dedicó funerales suntuosos en la catedral de Sevilla. Tuvo un hijo con María Padilha, Alfonso, y tres hijas.

En 1932 Alfonso fue designado heredero legítimo de la corona, al tiempo que Pedro I negociaba su matrimonio con la hija de Pedro IV de Aragón. Al año siguiente obtuvo que las cortes de Sevilla reconocieran su anterior matrimonio con María Padilha y por tanto la legitimidad de su hijo, quien murió durante el desarrollo de estos hechos.

Las tres hijas de María Padilha conocieron diversos destinos: Beatriz entró en una orden religiosa, Constancia se casó con el duque de Lancaster e Isabel se casó con el duque de Cork.

En julio de 1361 murió doña María de Padilha "de su dolencia", como dice Ayala en la Crónica, es decir, de una enfermedad natural que no es posible saber cuál fuera.

Pedro I la lloró mucho porque, en definitiva, fue su único y permanente amor. Tanto que un año después, en Cortes celebradas en Sevilla, declaró ante los nobles que su primera y única esposa había sido doña María de Padilha.

A un arzobispo de Toledo le parecieron buenas estas razones y allí encontró Pedro I unas Cortes dispuestas a ratificar lo afirmado por el rey. Pero enterrada en Astudillo, donde doña María de Padilha había fundado un convento, demuestra que a su muerte aún no la consideraba como reina. Posteriormente fue trasladada a la capilla de los Reyes de la Catedral de Sevilla.